OTRA VEZ
Mi vida es una interminable montaña rusa de diferentes estados físicos y mentales. Sin duda, estoy logrando asimilar mi situación a la realidad de mi vida, todo fundamentado en el principio de aceptación y de no luchar contra lo inevitable, y me refiero a mi condición de enferma. Cada día es una lucha para que esa condición interfiera lo menos posible en mi vida diaria, pero es tan, tan dificil. Hoy el cuerpo me vuelve a hacer una nueva jugada, y tengo laringitis. Podría parecer una tontería porque desde siempre al menos una vez al año la he tenido, pero las circunstancias es que se tiene la sensación de que cuando sales de una entras en otra. Como si los poderes del universo, se conjugarán para eliminar la esperanza, la fortaleza, el deseo de seguir adelante.
Me canso, y esto solo lo entiende quien pasa por esto, y me doy cuenta de que no he tenido ni un momento de paz física, o cuando lo tienes es un tesoro que quieres perpetuar, pero no tú cuerpo se interpone una y otra vez en ese maravilloso camino al que me estoy abriendo y esto me produce hastío, hartura, ...es todo tan cansino. La salud es un un maravilloso tesoro, que se aprecia cuando se carece de el.
Quizás llegue un momento en el que acepte este cuerpo inconstante , pero por lo menos sigo fortaleciendo mi mente. Estoy sanando mi espíritu, fortaleciendo la esencia de mi yo, descubriendo quién soy, y las posibilidades que se me abren. Mi actitud hacia la vida es distinta, y es lo que importa, pero no puedo desprenderme de mi cuerpo, y la constante incertidumbre a la que me somete. Un día más, mañana saldrá el sol, y no sé qué esperar de mi cuerpo, sé que lucharé contra el desánimo y el hastío. La enfermedad forma parte de mi, pero no soy yo, es mi mochila, a veces más pesada y otras más liguera. Seguiré caminando con ella, y quizás aunque soporte mucho peso, me parezca liviana como una hoja que arrastra el agua.
Me canso, y esto solo lo entiende quien pasa por esto, y me doy cuenta de que no he tenido ni un momento de paz física, o cuando lo tienes es un tesoro que quieres perpetuar, pero no tú cuerpo se interpone una y otra vez en ese maravilloso camino al que me estoy abriendo y esto me produce hastío, hartura, ...es todo tan cansino. La salud es un un maravilloso tesoro, que se aprecia cuando se carece de el.
Quizás llegue un momento en el que acepte este cuerpo inconstante , pero por lo menos sigo fortaleciendo mi mente. Estoy sanando mi espíritu, fortaleciendo la esencia de mi yo, descubriendo quién soy, y las posibilidades que se me abren. Mi actitud hacia la vida es distinta, y es lo que importa, pero no puedo desprenderme de mi cuerpo, y la constante incertidumbre a la que me somete. Un día más, mañana saldrá el sol, y no sé qué esperar de mi cuerpo, sé que lucharé contra el desánimo y el hastío. La enfermedad forma parte de mi, pero no soy yo, es mi mochila, a veces más pesada y otras más liguera. Seguiré caminando con ella, y quizás aunque soporte mucho peso, me parezca liviana como una hoja que arrastra el agua.
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