FELICIDAD
Hoy he pasado por la inspección médica, y ahora estoy a la espera de la decisión que tomen. Nada de eso me corresponde a mí, y llegado el momento pues tendré que aceptar lo que venga. Pero eso no toca ahora, hoy he pasado el trámite y ya está. ¡Pasapalabra!.
En eso consiste mi vida. Es tal el descubrimiento de una misma. Quizás suene pretencioso, pero cada día crezco más y más como persona. Ahí incluyó los momentos malos, porque son el pistoletazo necesario para comprender lo valioso de la vida y lo feliz que estoy por saborearla en su esencia. Esto podría parecer palabrería de la barata, psicología de mercachifles, pero quien me conozca, con lo controladora, racional, perfeccionista...en fin como he sido, y la crítica tan feroz a todo aquello que se escapara a lo estrictamente lógico y racional, sacaría la conclusión de o que he cambiado mucho o que el Cancer me está afectando al cerebro.
Pero, mi Cancer está estabilizado, y mi esfuerzo está encaminado estrictamente al plano mental porque del físico ya se preocupan los médicos. Veo como poco a poco mi mente va cambiando, como voy experimentando con esa lucha interior de sentimientos contrapuestos y, lo mejor de todo, cada día que pasa revierto mi negatividad en positividad. Eso me hace feliz, y por tanto estoy más fuerte enfrentándome a los negros nubarrones. No se van, están constantemente ahí, pero ahí también está mi capacidad de superar y ver el sol cada mañana, en cada momento.
La cuestión es bien sencilla, hay que revertir el concepto que tenemos de felicidad, pues teniendo en cuenta que básicamente es un proceso químico del cerebro y, por tanto, una cuestión inalterable, lo fundamental es hacer de ese funcionamiento biológico un valor que se adapte a la cotidianidad de la vida. Ser feliz es tanto cumplir una metas propuestas, como simplemente estar sentada leyendo un libro o viendo a la gente caminar tras las ventanas. Ser feliz, es llorar, pensar que la vida es injusta, que se tiene miedo, y ser capaz de salir de esos pensamientos y convertirlos en una nueva luz , una nueva esperanza. Y, no es por nada, pero lo estoy consiguiendo y eso me hace muy feliz!!! Esto es como ser miope durante muchos años y un día te pones gafas y la realidad se te hace distinta. Mi Cancer me ha puesto unas gafas nuevas que dan a la Vida una intensidad que antes no tenía.
Esto es trabajoso, cansado, extenuante, pero no importa seguiré trabajando cada día, cada momento, cada segundo....soy feliz!!! Esta maldita enfermedad me ha enseñado la belleza de la vida ¿a que al final voy a tenerle que darle las gracias?
UN DÍA MÁS. El sol ha salido como cada mañana, y volverá a salir y ahí estaré yo esperándole, buscándolo allá arriba, este el cielo azul, o lleno de negras nubes. El Cancer es mi enfermedad, pero la felicidad es mi vida.
En eso consiste mi vida. Es tal el descubrimiento de una misma. Quizás suene pretencioso, pero cada día crezco más y más como persona. Ahí incluyó los momentos malos, porque son el pistoletazo necesario para comprender lo valioso de la vida y lo feliz que estoy por saborearla en su esencia. Esto podría parecer palabrería de la barata, psicología de mercachifles, pero quien me conozca, con lo controladora, racional, perfeccionista...en fin como he sido, y la crítica tan feroz a todo aquello que se escapara a lo estrictamente lógico y racional, sacaría la conclusión de o que he cambiado mucho o que el Cancer me está afectando al cerebro.
Pero, mi Cancer está estabilizado, y mi esfuerzo está encaminado estrictamente al plano mental porque del físico ya se preocupan los médicos. Veo como poco a poco mi mente va cambiando, como voy experimentando con esa lucha interior de sentimientos contrapuestos y, lo mejor de todo, cada día que pasa revierto mi negatividad en positividad. Eso me hace feliz, y por tanto estoy más fuerte enfrentándome a los negros nubarrones. No se van, están constantemente ahí, pero ahí también está mi capacidad de superar y ver el sol cada mañana, en cada momento.
La cuestión es bien sencilla, hay que revertir el concepto que tenemos de felicidad, pues teniendo en cuenta que básicamente es un proceso químico del cerebro y, por tanto, una cuestión inalterable, lo fundamental es hacer de ese funcionamiento biológico un valor que se adapte a la cotidianidad de la vida. Ser feliz es tanto cumplir una metas propuestas, como simplemente estar sentada leyendo un libro o viendo a la gente caminar tras las ventanas. Ser feliz, es llorar, pensar que la vida es injusta, que se tiene miedo, y ser capaz de salir de esos pensamientos y convertirlos en una nueva luz , una nueva esperanza. Y, no es por nada, pero lo estoy consiguiendo y eso me hace muy feliz!!! Esto es como ser miope durante muchos años y un día te pones gafas y la realidad se te hace distinta. Mi Cancer me ha puesto unas gafas nuevas que dan a la Vida una intensidad que antes no tenía.
Esto es trabajoso, cansado, extenuante, pero no importa seguiré trabajando cada día, cada momento, cada segundo....soy feliz!!! Esta maldita enfermedad me ha enseñado la belleza de la vida ¿a que al final voy a tenerle que darle las gracias?
UN DÍA MÁS. El sol ha salido como cada mañana, y volverá a salir y ahí estaré yo esperándole, buscándolo allá arriba, este el cielo azul, o lleno de negras nubes. El Cancer es mi enfermedad, pero la felicidad es mi vida.
Comentarios
Publicar un comentario