LUCHADORAS
Me ha llegado una página de la Asociación Española contra el Cancer, respecto a que diéramos nuestra opinión sobre cómo las mujeres que sobreviven al Cancer de mama han experimentado la lucha contra esta enfermedad. Lees testimonios tan cercanos, todas hemos experimentado lo mismo, todas se siente supervivientes... Yo no y eso cambia todo. Muchas están preocupadas por las secuelas, e incluso algunos testimonios inciden que las administraciones deben ya priorizar ya otras actuaciones, porque la población ya va considerando el Cancer de mama como algo superado. Y aunque todas tienen miedo a la recidiva, en el fondo tenemos esa esperanza de que el Cancer de mama se cura, y viendo el gran número de mujeres que salen de esto, pues es verdad.
Después estamos el resto, somos muy pocas, que vivimos calladas frente al testimonio de las que sobreviven, porque lo hemos sido y escuchar por boca de otra el miedo que subyace en cada una de ellas , pues no. Cuando hablas con alguien que acaba de ser diagnosticada por Cancer de mama, tienes que callar, animar, decirle que se puede, que hay muchas mujeres que sobreviven que retoman su vida, con más o menos secuelas, pero siguen adelante. Y tú callas, y no sabes con quién poder hablar de esta fase tan dificil, contar una experiencia diferente, más dura y cruel, y como somos humanos esa sensación de porqué no fui yo una de aquellas? Quizás sea algo de envidia. Pero claro ¿cómo no voy a envidiar la salud, la ausencia de enfermedad? Antes hablaba con tantas mujeres de el proceso duro de la enfermedad, de lo fuerte que habíamos sido, del miedo que nos embargaba, te sentías acompañada, sabias que quién te escuchaba te entendía como nadie. Ahora callas porque no puedes desanimar, callas porque no puedes decirle que aunque pasen los años, el Cancer puede volver, y que cuando vuelve tu vida cambia todavía más de cómo lo hizo la primera vez. Estamos en otra liga. No somos supervivientes, somos luchadoras para siempre.
Un día más, mañana saldrá el sol entre las negras nubes cargadas de lluvia, y Sevilla iniciará su semana de alegría de cante, de bailes, su efímera ciudad de luz... Y yo seguiré luchando
Después estamos el resto, somos muy pocas, que vivimos calladas frente al testimonio de las que sobreviven, porque lo hemos sido y escuchar por boca de otra el miedo que subyace en cada una de ellas , pues no. Cuando hablas con alguien que acaba de ser diagnosticada por Cancer de mama, tienes que callar, animar, decirle que se puede, que hay muchas mujeres que sobreviven que retoman su vida, con más o menos secuelas, pero siguen adelante. Y tú callas, y no sabes con quién poder hablar de esta fase tan dificil, contar una experiencia diferente, más dura y cruel, y como somos humanos esa sensación de porqué no fui yo una de aquellas? Quizás sea algo de envidia. Pero claro ¿cómo no voy a envidiar la salud, la ausencia de enfermedad? Antes hablaba con tantas mujeres de el proceso duro de la enfermedad, de lo fuerte que habíamos sido, del miedo que nos embargaba, te sentías acompañada, sabias que quién te escuchaba te entendía como nadie. Ahora callas porque no puedes desanimar, callas porque no puedes decirle que aunque pasen los años, el Cancer puede volver, y que cuando vuelve tu vida cambia todavía más de cómo lo hizo la primera vez. Estamos en otra liga. No somos supervivientes, somos luchadoras para siempre.
Un día más, mañana saldrá el sol entre las negras nubes cargadas de lluvia, y Sevilla iniciará su semana de alegría de cante, de bailes, su efímera ciudad de luz... Y yo seguiré luchando
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