PINTANDO UN MUEBLE
"Pasamos la mayor parte de nuestra vida sumidos en la acción, haciendo cosas y pasando rápidamente de una a otra, o bien haciendo malabarismos para hacer varias cosas diferentes a la vez"
Esta frase me he hecho meditar hoy. Estoy haciendo últimamente muchas cosas a la vez. Quizás eso es buena señal, o una manera de huir de mis pensamientos. No lo sé, tendría otra vez que reflexionar sobre ello. Y de nuevo volvería a hacer más cosas.
Restauro cuadros que colocaré en mi nueva casa, pinto un antiguo mueble, leo libros, preparo mi blog sobre libros, mantengo mi página de Facebook...bueno una cosa tras otra. Cada una diferente y ¿qué saco con ello? Que la mente este entretenida porque sí, no es una opción. Antes podía ser pero ahora he cambiado, mi mente ha cambiado y todo lo que hago debe tener un sentido. No hablo de un sentido más allá de pintar un mueble, porque por mucho que lo intente no hay nada filosófico que pudiera sacar de ello, posiblemente podría buscar la necesidad del hombre de construir algo que nos ata a nuestras acciones más primitivas. Pero pintar un mueble es sólo eso, pintar un mueble. Y ahí está la cuestión, ese es el cambio que se ha producido en mí. Cuando hago algo me convierto en un ser que hace, que es consciente de la acción misma. Estoy yo y mi objeto, en ese caso mi mueble. Aunque haga múltiples cosas, hago cada una de ellas y me hago consciente del momento en el que estoy realizando esa acción. ¿qué me aporta? Me aporta presente y me da estabilidad. Mi pensamiento se dedica a lo que hago, vivo estrictamente el momento, y al final estoy constantemente unida a mi yo. Si, sé que esto es muy zen, pero es lo que me da la felicidad en dosis, de manera continua, la que me permite seguir adelante, la que sabe que aunque esté enferma estoy viva cada momento. He cambiado y esos negros nubarrones dan paso, como hace el verano, a un cielo azul limpio de nubes negras.
Ahora cuando el paso de los días, la espera de resultados de pruebas, podría hacer más daño a mi espíritu, donde el reloj está marcando mi destino, yo estoy pintando un mueble. Yo no hago cuenta atrás, seguramente algo en mi interior lo haga, pero por ahora mantengo el equilibrio. Sé perfectamente cuándo es el momento de la cita, que supondrá un antes y un después. Eso lo digo ahora. Durante el día mi yo hace muchas cosas, y se dedica a construir, a equilibrar a crecer. He cambiado y espero que dure ocurra lo que ocurra. Seguimos adelante .
Un día más, me levante cansada supongo por el cambio de temperatura pero he ido mejorando. Compaginó labores que necesitan más fortaleza física con las que sólo necesito mi mente para llevarlas a cabo. Mientras descanso y medito. Cada día aparecen los beneficios. Mañana saldrá el sol, y seguiré pintando mi mueble y mi yo seguirá viviendo en plenitud
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