LUCHA
Es de esos días que son extraños. Haber adquirido cierta capacidad de vivir el presente, y por tanto aceptar, moderadamente, la situación en la que vivo, ha hecho que todo haya transcurrido tranquilamente. O esa es lo que parecía. No, hoy es diferente sencillamente porque te afectan las situaciones de otras personas que viven en tu misma situación, y que además has tenido la conexión que nos falta en cierta manera, con aquellas otras que han tenido la suerte de salir de esta lucha (aunque el miedo siempre permanece, pero es bien distinto). Esta " hermandad" tiene lo bueno y lo malo. Lo bueno es la comprensión a la situación que padeces, a saber lo que verdaderamente sientes. El cansancio de las opiniones sobre el aspecto, sin saber lo que se sufre y padeces en silencio, los consejos de medicinas, de ejercicios, de hacer tal o cual cosa... todas pasamos y vivimos esto. Está el saber que aunque el aspecto exterior sea magnífico, hay miedo, dolor, inseguridades. El constante abismo.
Lo malo es que aquellas caídas, los contratiempos te influyen , por una parte porque te importa lo que le ocurre a una compañera de lucha, pero también cierto egoísmo porque es el mismo campo de batalla, la misma lucha, las mismas armas, la misma fortaleza....el mismo miedo.
Puedo ponerme mi brillante armadura, pero lo inevitable no me concierne, no controlo lo que actualmente ocurre en cada célula de mi cuerpo, y quiera o no el Cancer ya se ha establecido en mi cuerpo para quedarse. Yo no soy San Jorge y no puedo matar al dragón, solo permanecer silencioso y calmarse cuando se despierte. Y se despertará, hoy no , ni mañana....pero no sé lo que ocurre en la cueva y por tanto solo me daré cuenta cuando asome su cabeza por la cueva. Quizás pueda calmarlo quizás ya sea tarde...nadie lo sabe, ni los médicos, ni yo. La única cosa que puedo estar segura que hoy no pasara nada , y por tanto esa leve pluma de la esperanza no puede caer. Seguiremos luchando, nos pondremos la brillante armadura y ese dragón no podrá sacar ni su maldita nariz.
Un día más . Mañana saldrá el sol, me tomo un descanso, un fin de semana en la Sierra. Seguiremos luchando.
Lo malo es que aquellas caídas, los contratiempos te influyen , por una parte porque te importa lo que le ocurre a una compañera de lucha, pero también cierto egoísmo porque es el mismo campo de batalla, la misma lucha, las mismas armas, la misma fortaleza....el mismo miedo.
Puedo ponerme mi brillante armadura, pero lo inevitable no me concierne, no controlo lo que actualmente ocurre en cada célula de mi cuerpo, y quiera o no el Cancer ya se ha establecido en mi cuerpo para quedarse. Yo no soy San Jorge y no puedo matar al dragón, solo permanecer silencioso y calmarse cuando se despierte. Y se despertará, hoy no , ni mañana....pero no sé lo que ocurre en la cueva y por tanto solo me daré cuenta cuando asome su cabeza por la cueva. Quizás pueda calmarlo quizás ya sea tarde...nadie lo sabe, ni los médicos, ni yo. La única cosa que puedo estar segura que hoy no pasara nada , y por tanto esa leve pluma de la esperanza no puede caer. Seguiremos luchando, nos pondremos la brillante armadura y ese dragón no podrá sacar ni su maldita nariz.
Un día más . Mañana saldrá el sol, me tomo un descanso, un fin de semana en la Sierra. Seguiremos luchando.
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