EL CICLO DE LA VIDA

No, no voy a hablar de El Rey León, aunque reconozco que fue un bellísimo musical. Hay tantas metáforas sobre lo qué es la vida, un tren, un camino, un libro en blanco o escrito, una carrera, una montaña rusa (de la que tiro mucho)... de cualquier cosa que hay en la vida podemos hacer una analogía, la razón es fácil porque la Vida es muy sencilla, una  fina o gruesa linea, no importa, sólo  tiene un principio y un fin. 
¿Qué es lo difícil? Vivirla. No hay mayor verdad que desde que nacemos empezamos a vivir y a morir.  Lo segundo, morir,  no nos pertenece, no somos dueños de esa decisión e incluso cuando es voluntaria, siempre depende de circunstancias de la vida no al hecho en sí de morir. Pero vivir, ay amigo, vivir es la cuestión más compleja y sencilla a la vez. Por tanto desde el mismo concepto tenemos la contradicción en la que vivimos constantemente. 
Me he dado cuenta que mi vida ha sido dura, muy dura para una niña que tenía una sensibilidad muy frágil aunque ya empecé a crear la coraza (a veces infranqueable), que he ido aumentando capa a capa, en la misma medida que recibía palos y golpes duros que iba recibiendo mientras iba creciendo. Sé quien entenderá esto pues también estaba allí y también era una niña y también creció...pero el silencio de aquella vida, es lo que nos ha hecho fuertes y duras y cómo asumimos lo vivido es lo que nos ha hecho tan diferentes, quizás casi incompatibles, pero para siempre  juntas.
La dureza de la vida, las opciones que tomamos, los buenos momentos (que son seguramente más que los malos pero no dejan esas huellas imborrables), el conjunto es lo que somos ahora mismo. He hecho durante una gran parte de mi vida lo que he querido, o creo que quería hacer, a veces en  la juventud  tomamos decisiones de las que después nos arrepentimos. Pocos en este mundo podrán decir que la vida es fácil, bien sabemos que ni el dinero, ni la fama, ni el poder dan la felicidad y por tanto nadie diría que la vida es una sencilla linea con principio y fin, siempre vienen curvas.
Hoy he reflexionado sobre mi vida, el camino de desprendimiento requiere eliminar de la vida muchas cosas. Nunca podremos eliminar lo vivido, pero sí debemos situarlo en su contexto, no sólo en el que sucedió sino en el contexto de ahora. 
Sé quienes en mi vida han representado algo y ya hice en la medida que he podido conectar con ellos y decirles que han supuesto en mi vida y darles las gracias porque me han aportado algo. Sí, la vida es una linea llena de obstáculos, decisiones, buenos momentos pero sobre todo personas que interfieren constantemente. En ellos está en gran parte nuestro sufrimiento, se nos mueren, nos engañan, nos dejan...pero, lo más importante, nos aman. La vida es una linea de personas, algunas sólo serán imágenes oscuras difuminadas, sin saber qué aportaron a nuestra vida, mientras otras determinan en gran parte lo que eres ahora (querida Beatriz que me has enseñado a pasar por este duro y bello camino, y siempre serás mi luciérnaga sin alas),  quizás después lleguen a formar parte del subconsciente o de un pasado dejado atrás, o llegan nuevas personas que me aportan nuevas huellas más suaves, mas centradas en el camino que recorro. Pero, siempre sabes que hay personas que dejan una pequeña huella, que va formando ese ser que está en la linea, solamente en la linea de la vida. 
Están las personas nocivas, que te han hecho daño, que han dejado cicatrices ... pocas tengo y en verdad ahora mismo no podría nombrar a ninguna, lo que he de agradecer y también dice mucho de  como soy (ya paso de humildad). Quizás estén en el inconsciente, pues allí quedarán.
Hice las cuentas de mi vida, cuando supe que mi Cáncer era incurable. Decidí limpiar mi alma, estar en calma y en paz conmigo mismo...pero dejé mi infancia, nunca la he tocado, ni quiero hacerlo. Pero ella llamó a mi puerta. Mi infancia también ha tenido muy bellos momentos, en las calles de mi barrio, especialmente con mi querido Félix, y también Antonio, María del Mar y María de los Ángeles, bien los he recordado estos días, aunque alguno que no está ya con más intensidad (siempre estás en mi corazón y cada mañana al ir a trabajar, como una obligación, te recordaba amigo Félix),  han quedado impresos siempre en mi corazón, pues son parte de lo que soy...una infancia feliz.
También ha llamado mi infancia de colegio, son imágenes borrosas, oscuras, apenas recuerdo rostros. He recordado malos momentos, pero también buenos, bocadillos, viajes, profesores, palmetazos, tiradas de trenzas, sólo era una pequeña niña, nada más y por tanto debo también respetarla porque sobre todo es mi niñez, me pertenece a mí y es mi vida. En esa edad nadie aporta nada porque sólo somos libres, no estamos construidos, es la única parte de nuestra existencia que sólo es jugar, llorar, sufrir sin saber o no entender. No debemos buscar aportación a lo que hemos sido, no tocaba en aquella época, sólo ser lo que éramos aún cuando la memoria haga estragos.
Yo, gracias a esa llamada, he podido leer la linea de mi vida...y ahora he cumplido el ciclo,  he pasado cuentas, me he desprendido de todo. Soy libre de espíritu, lo que pase pasará, da igual sólo voy a vivir en la Esencia, en el Yo, en comprender que la vida que he vivido podía haberla hecho más simple. Da igual, no me arrepiento de nada, y de lo malo, pues hecho está, y las decisiones equivocadas pues no hay vuelta atrás. Mi linea de la vida, ya no es una linea sino una sucesión de finitos puntos. Sólo sabré si es un punto seguido, un punto y aparte...me da igual cada día lo sabré. El punto final no lo conozco, ni sabré cuando llegará, quizás queden pocos puntos o serán muchos. No importa, mi ciclo de la vida lo he completado...ahora a escribir cada día mi punto de la vida.
Un día más, un punto y seguido. El dolor ha estado estable pero para ello he debido permanecer en cama, no importa ha sido fructífero, mi mente nunca para, siempre está trabajando y tengo terminada mi análisis de Kokoro.
Mañana saldrá el Sol que calienta mi alma, sólo luz frente a luz. A mayor desprendimiento mayor libertad. Soy feliz, no importa con qué, sólo vale ser feliz y libre. Hoy un poco más, menos cargas, mas liviana para enfrentarme a lo que ha de venir...o no. La esperanza es esa leve pluma que está incrustada en mi corazón.



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