LA LUZ

¡Cuántas flores mueren en el bosque
o se marchitan en la colina
sin el privilegio de saber
que son hermosas!

¡Cuántas entregan su anónima semilla
a una brisa cualquiera,
ignorantes del cargamento escarlata
que, a otros lleva!

E. Dickinson

Cuando tengo un hondo pesar, siempre viene a mi ésta poetisa de lo íntimo, de la soledad, del dolor...   de la muerte, porque por mucho que quiera no puedo ignorar su presencia. Su alma dolorida expresada en palabras la siento muy mía, pero yo amo más la vida. Eso nos diferencia.
He sufrido una pena muy grande por un alma que en este terrible momento en el que vivimos mucho sólo ha querido dedicarse a dar ánimos a través de la sonrisa. La sonrisa a pesar de la adversidad. Conectamos porque creo que en este camino somos muchos y el apoyo es necesario porque sólo quien padece esto sabe verdaderamente lo que se siente. Es reconfortante sentir el apoyo del conocimiento de lo que nos ocurre en lo más íntimo. Pero es un arma de doble filo. El sufrimiento y el dolor puede llegar a ser doble cuando vemos que los otros cogen ese camino funesto, que no queremos ver, pero que siempre espera tras una esquina.
La solución para no sufrir  sería no conocer a nadie que esté en esta situación, pero la soledad es peor.   El final sería quizás el mismo pero incomprendida en este camino pedregoso. Por tanto acojo la riqueza de las personas, la amistad del camino, acojo la fuerza de la sonrisa y de la lucha. Y siempre guardando en mi alma la leve pluma de la esperanza.
Desde que nacemos empezamos a vivir y morir a la vez. Las dos cosas son inevitables, y especialmente sobre la segunda no tenemos control. Pero vivir, ¡ay amigos!, vivir es nuestro poder, es lo que hacemos, los fallos, los aciertos, el amor, el desamor, la risa, la pena , la alegría,...vivir es todo.  Cuando llegas aquí, además tienes la "bendición" de encontrar la Esencia de la vida. La vida no son cosas materiales, que pueden ayudar, son sentimientos, es luz que anida el espíritu. Vivir y comprenderla es un privilegio que tiene un alto precio, pero ya que lo he pagado voy a disfrutarlo mientras pueda. Cada día me desprendo de más, nunca del dolor de los que sufren, porque eso es lo que me hace humana y me da la oportunidad de hacer crecer mi luz. Amo la alegría y la sonrisa, es una forma de lucha, aparte de esa brillante armadura que cubre mi alma. Soy feliz. Y cada día que medito (y no me duermo, lo reconozco) descubro más de mí, de qué lo pasado se pierde quedando lo bueno, me desprendo cada día de muchas cosas de mí Yo, quizás suene a cierto misticismo, pero cuando tu cuerpo no responde, es tu YO quien recibe la energía para seguir creciendo, aunque sea desde mi sillón.
Un día más, duro y doloroso, en lo sentimental y lo corporal. Los efectos hacen demasiada mella en un cuerpo que lleva mas de un año recibiendo quimio... y lo que queda. No importa a más quimio más fortaleza, más luz y más felicidad. Esa es mi lucha y no me voy a rendir, nunca... aunque a veces pase por la mente, pero todos tenemos momentos. Sobreviví a un duro día y he terminado riendo ... ese es el camino de la vida . Mañana saldrá el sol e iluminará una vida que tiene fuerza y luz en su interior. Brilla mi armadura fulgurante por el sol que me da la bienvenida cada mañana, pero también  por la luz que nace en mí por comprender que cada día tengo el privilegio de contemplarlo y decir que la Vida es maravillosa. Así quiero sentir hasta mi último aliento... ese que nadie conoce.






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