PACIENCIA Y ESPERANZA

Hoy he ido a consulta, he tenido que esperar tres largas horas de espera. Hace tiempo que asumí como característica en este discurrir de la enfermedad que la paciencia era algo tan necesario como la quimioterapia. Sin paciencia todo este discurrir de análisis, pruebas, consultas tratamiento, seria una lenta tortura china. Ella, la querida paciencia,  poco a poco ha abducido mi cuerpo y ha adquirido vida propia, de tal manera que en el momento que me acerco al hospital, ella toma mi conciencia y yo desaparezco o mejor duermo mientras permanezco despierta. Es una situación donde olvidas el factor tiempo, te sientas, espera...y allí te quedas. Lo mejor es ir pertrechada, una buena mochila, conseguir un buen sillón (preferiblemente cerca de una columna). Te sientas, colocas con los abrigos una especie de muralla (que también te sirve de mesa), y empiezas a sacar libro, iPad,  teléfono, botella de agua...todo lo necesario para permanecer un buen tiempo en ese trocito de espacio que será exclusivamente tuyo. Es mi rincón de la mañana pero transportado a ese rincón del Hospital ...la única diferencia es que estas rodeada de montones de personas, ruido, conversaciones que ni te importan (bueno algunas), colas, quejas, persona enfermas en las que ves un alivio de tu situación y personas no enfermas, en revisión, de las que sientes cierta envidia sana. Es mi mundo y verdaderamente te das cuentas cuando el personal administrativo después de ver cientos de caras cada día, te reconocen fácilmente...ya formas parte de aquello.
Hoy he ido a consulta y las cosas han sido diferente. Por primera vez desde hace tiempo, las cosas parecen estar funcionando. Mis marcadores tumorales que constantemente estaban subiendo a medida que la enfermedad avanzaba, habían bajado drásticamente. ¡Por fin una buena noticia!, rompemos esa tendencia a subir, subir y subir en esta degradación corporal. Hoy es la primera vez que tengo una señal de que mi cuerpo esta respondiendo a este nuevo tratamiento...y sólo he tenido dos sesiones. Mantengamos la calma y la esperanza. Me he alegrado pero con tranquilidad, de igual manera que he vivido el avance de esta enfermedad...calma, calma, calma...y siempre esperanza. He tenido con este tratamiento desde que empezó, muy buenas perspectivas, he sentido que este era un punto de pausa...ahora sólo esperar que sea larga, pero siempre con paciencia, tranquilidad y manteniendo mi serenidad de espíritu.
Hoy he ido a consulta y he sentido la luz y la esperanza. Tenga buenas o malas noticias he aprendido a saber vivir con esta enfermedad, tener equilibrio emocional y ser feliz. ¡Qué más se puede desear! Estoy feliz, pues estoy tranquila... El Sol que cada mañana se presenta ante mí, es la metáfora de la Vida, y ella sigue conmigo, la aprecio tal cual es, en su significado...el gran regalo de esta vida es la propia vida y hoy le hemos dado un pequeño empujón. Seguimos.

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